«Todas mis fuentes están en ti (Sal 87,7) – este fue el tema del 52º Congreso Eucarístico Internacional celebrado en Budapest del 5 al 12 de septiembre de 2021. Pues bien, ¡lo hemos experimentado de verdad! Puede ser que tengamos que despojarnos de nuestras propias fuentes y recursos para poder experimentar otra fuente.
Organizar un evento de esta magnitud siempre es un reto, pero en estos tiempos de pandemia? El Congreso previsto para septiembre de 2020 sólo pudo celebrarse un año más tarde y la preparación fue un auténtico paseo por el agua. ¡El Señor superó todas nuestras expectativas! 5 días de Congreso precedieron a lo más destacado del fin de semana. 12.000 jóvenes se reunieron para adorar al Señor en un estadio el viernes por la noche. A continuación, el sábado por la noche una multitud impresionante participó en la misa frente al Parlamento y la procesión eucarística de antorchas. Todos estos lugares tan simbólicos de Budapest fueron invadidos por cientos de miles de personas que rezaban, en un ambiente fraternal, alegre y ferviente, y con gran sencillez.
A continuación, la gran misa de clausura con, una vez más, un público mucho más numeroso de lo que cabía esperar. Todo esto no fue ni una demostración ni simplemente un gran éxito, fue un acontecimiento espiritual para todos nosotros. En su hermosa homilía, el Santo Padre pareció querer animarnos en esta misma dirección: «El camino cristiano no es un asalto al éxito, sino que comienza con un repliegue, un descentramiento liberador, que nos permite salir del medio.»
Como Comunidad de las Bienaventuranzas, también hemos experimentado algo así. Actualmente somos pocos y estamos en plena reestructuración. Sin embargo, el Señor ha querido utilizarnos, a menudo de forma oculta, pero que nos llena de alegría y de acción de gracias. Hemos dado nuestros 5 panes y 2 peces, y hemos experimentado una multiplicación increíble. Por mencionar sólo algunos de los servicios de nuestros hermanos y hermanas: conferencista del simposio teológico, animadores litúrgicos, la voz francesa del Congreso, sacristinas para el Santo Padre, canto de Laudes, redacción de meditaciones leídas durante la procesión eucarística, una exposición y una obra de teatro en el marco de los programas culturales, stands durante la jornada de las familias y en la ciudad, participación en las actividades de evangelización en las plazas de la ciudad… No, esto no sería posible, si el Señor no nos bendijera derramando sobre nosotros «todas sus fuentes».
¡Gloria a ÉL!
