vida apostólica

desbordamiento de la vida interior

La Comunidad no existe para sí misma ni tiene un fin en sí misma. La vida apostólica de sus miembros les permite compartir los dones y las gracias que reciben en su vida de oración y de vida fraterna y llevarlos al mundo y a la Iglesia (cf. Redemptoris missio, n. 3). La vida apostólica es el desbordamiento de la vida interior de cada persona y la oportunidad de experimentar la acción de Dios y la fuerza del Espíritu a través del don de sí mismo. Es también una ocasión privilegiada para testimoniar la belleza, la riqueza y la complementariedad del pueblo de Dios.

Obras de COMPASIÓN
Y HUMANITARIA

NUEVO EVANGELIO
& MISIÓN

JUVENTUD PASTORAL
Y FAMILIAS

ARTE
y BELLEZA

varias encarnaciones

Desde sus orígenes, la Comunidad ha tenido en el corazón una preocupación preferencial por los pobres y los que sufren, con el deseo de ejercer la compasión y llevar el consuelo de Cristo. En esta perspectiva, la Comunidad desarrolló muy pronto numerosas obras caritativas y humanitarias.

La Comunidad también se ha sentido interpelada por la urgencia de responder a la mayor de todas las miserias, la de no conocer a Cristo. Por esta razón, quiere cooperar con todas sus fuerzas en la difusión del Evangelio. Lo hace de diversas maneras, según las llamadas que pueda sentir o las exigencias de la Iglesia. Así, participa en la nueva evangelización y pone especial énfasis en la pastoral familiar y juvenil.

Por último, a través del arte y la belleza, la Comunidad quiere dar testimonio de la vocación universal del hombre, que es ser el cantor de la Creación.

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