La Comunidad siempre ha sido muy sensible a la actividad pastoral con los jóvenes, que son la Iglesia de hoy y de mañana. Por eso, los hermanos y hermanas tratan de poner toda su fuerza y entusiasmo al servicio de esta nueva generación en la Iglesia. Del mismo modo, la Comunidad se ocupa de las familias y se implica al máximo en la pastoral familiar.