La Comunidad participa desde 1996 en Bamako, la capital de Malí, en un servicio de acogida para chicas y mujeres jóvenes en situación de desamparo.
Se trata de jóvenes rechazadas por sus familias o que llegan a la capital con la esperanza de cambiar de vida. A menudo sin educación y sin apoyo familiar, se encuentran en la calle o en situaciones muy difíciles, a menudo enfrentadas a un embarazo que el padre no quiere asumir.

Nos centramos en las niñas y madres en apuros, pero también en los niños de la calle y las chicas jóvenes, y por último en las madres y niños afectados por el SIDA.
Llevamos a cabo un taller de costura y bordado, y otro de jabón y champú. Estos talleres tienen un doble objetivo: la venta de nuestros productos para cubrir los gastos de la misión, por un lado, y por otro, el aprendizaje de un oficio que servirá para la reinserción de nuestras jóvenes en la sociedad.

También dirigimos allí una «escuela de vida», con clases de alfabetización en francés. Las jóvenes, que llegan de la calle o de pueblos lejanos, son a menudo incultas y analfabetas. Hemos puesto en marcha una pedagogía destinada a enseñarles los rudimentos de la vida cotidiana, en particular con clases de alfabetización en francés. En Malí, el conocimiento del francés es muy útil para la inserción profesional.

Nuestra misión nos da la alegría de acoger, además de grupos de oración, a voluntarios que desean dar tiempo a Dios poniéndose al servicio de los pobres… También intentamos ofrecer acompañamiento a las personas que sufren y que acuden a nosotros.